La buena voz de Dios

Salmo 32:8. Dice: Yo te haré entender, te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos.

La buena voz de Dios | Salmos 32:8

Cuando consideramos la voz de Dios, algunos de nosotros podemos sentir cierta aprensión ante la idea de alguien afirmando haberla escuchado. Como pastor y predicador, he enseñado que no siempre es cierto cuando alguien dice haber oído la voz de Dios. A menudo, estas afirmaciones pueden ser malinterpretadas o incluso utilizadas para ejercer autoridad sobre otros, lo que lleva a expresiones exageradas como "Dios me habló".

Es crucial discernir verdaderamente si hemos escuchado la voz de Dios y confrontar esa experiencia a la luz de la Palabra. Es reconfortante saber que la voz de Dios no debe inspirarnos temor. Aunque en la Biblia a menudo asociamos la voz de Dios con juicios y destrucción, también trae consigo dulzura y tranquilidad. Puede calmarnos en medio de las pruebas y darnos paz en situaciones difíciles.

Recientemente, hablé con un familiar que estaba pasando por un momento delicado, y aunque sentía que la paz abandonaba su corazón, recibió una palabra que le devolvió la tranquilidad en medio de la adversidad. La voz de Dios puede brindarnos paz en momentos de enfermedad o dificultades financieras, recordándonos que no estamos solos en nuestros desafíos. La voz de Dios nos guía hacia la victoria en nuestra vida diaria.

Aunque tenemos libre albedrío para tomar decisiones, es importante estar abiertos a escuchar la dirección de Dios. Puedes decidir libremente cómo manejar tu vida, ya sea cocinando para tu familia o asumiendo nuevas responsabilidades, pero siempre es sabio buscar la guía de Dios en nuestras elecciones. Recuerdo haberle pedido a Dios en oración que me diera una esposa que me amara y, sobre todo, que amara a Dios. Ahora, muchos años después, puedo ver claramente cómo Dios respondió a esa oración. Él me ha dado una esposa que no solo me ama, sino que también ama a Dios y desea seguir Su voluntad.

Sé que no todos han tenido la misma experiencia que yo. Mis padres, por ejemplo, no se conocieron en la iglesia. Se conocieron en un jardín de baile, donde mi mamá vio a mi papá como un músico talentoso. Sin embargo, su historia también fue guiada por la voz de Dios. Mi papá oró y pidió a Dios una compañera que quisiera cambiar su vida junto a él, y Dios respondió enviándole a mi madre. Entonces, incluso en la elección de una pareja, necesitamos escuchar la voz de Dios. Hoy en día, el divorcio es demasiado común. Las personas pasan de amar profundamente a no querer verse ni en fotografías. Pero la voz de Dios puede ayudarnos a salir de estas situaciones.

Siempre que afines tus oídos para escucharlo, Dios puede guiarte a través de cualquier decisión, ya sea sobre una compra, la elección de un auto o la planificación familiar. Es importante recordar que, a pesar de cómo algunas personas han dañado la imagen de Dios, Él aún quiere hablar a Su pueblo. Solo necesitamos estar dispuestos a escuchar y seguir Su dirección. Me encanta cómo David declara en el Salmo 32:8. Dice: "Yo te haré entender, te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos".

Encuentro cuatro lecciones importantes en este versículo. Primero, la buena voz de Dios nos instruye, nos enseña, nos guía y vela por nosotros. Dios constantemente quiere enseñarnos algo nuevo en nuestra vida, así como cuando nos incorporamos a un nuevo trabajo y recibimos orientación para adaptarnos. Dios está dispuesto a guiarnos y enseñarnos el camino que debemos seguir. Segundo, Dios nos hace entender las cosas y nos muestra el camino que debemos tomar. Su voz sigue hablando en nuestros días. A través de Su palabra, Dios nos habla y nos guía. Si nunca has experimentado escuchar la voz de Dios directamente, recuerda que Él puede hablarte a través de Su palabra y del Espíritu Santo. Tercero, todos los que han recibido a Jesucristo en sus corazones también han recibido al Padre y al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo puede hablarnos de manera personal, ya sea directamente o a través de otras personas. Cuando predicamos, siempre debemos estar abiertos a escuchar lo que Dios quiere comunicarnos y permitir que Él hable a través de nosotros para impactar las vidas de quienes nos escuchan. Así que, no importa quién sea el instrumento a través del cual Dios te hable, lo importante es que estés abierto y receptivo a Su voz, para que puedas recibir lo que Él tiene preparado para ti.

Es esencial reconocer que Dios puede hablar de muchas maneras diferentes. Sin embargo, a menudo tendemos a cerrarnos y no entender lo que Dios intenta comunicarnos. Por eso quiero destacar once formas importantes en las que Dios puede hablarte:

  1. Dios puede hablarte a través de sueños.
  2. Dios puede darte visiones.
  3. Dios puede susurrarte consejos al oído.
  4. Dios puede hablar para humillar la arrogancia del hombre.
  5. Dios puede hablarte para librarte de peligros mortales.
  6. Dios puede darte ideas.
  7. Dios puede hablarte directamente con Su voz.
  8. Dios puede hablarte a través de un sermón o predicación basada en Su palabra.
  9. Dios puede utilizar plataformas modernas como TikTok para comunicarse contigo.
  10. Dios puede influir en tus pensamientos.
  11. Dios puede hablar a través de otras personas en tu vida, ya sea un familiar, amigo o incluso un desconocido.

Al aprender a escuchar la voz de Dios, puedes evitar muchos problemas en tu vida. Personalmente, he aprendido de las experiencias de otros y he evitado cometer errores similares al seguir la guía de Dios. Siguiendo con el Salmo 32:9, David nos advierte que no seamos como el caballo o el mulo sin entendimiento, que deben ser controlados con brida y freno. Esto nos recuerda que debemos buscar entender la voluntad de Dios en lugar de actuar sin razón. No queremos ser como el caballo, obstinados y difíciles de controlar, ni como el mulo, tomando decisiones insensatas que nos llevan a problemas. Es importante preguntarnos a nosotros mismos y a aquellos que nos rodean si estamos actuando con entendimiento o estamos siguiendo impulsos irracionales. No queremos ser comparados con animales que carecen de discernimiento. En lugar de ello, debemos buscar la sabiduría y la guía de Dios en todas nuestras acciones.

Entiendo la importancia de escuchar la voz de Dios y cómo puede afectar nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Es difícil ver a alguien sufrir las consecuencias de no escuchar las advertencias y consejos amorosos de quienes los rodean. Es cierto que duele ver a un familiar en situaciones difíciles, ya sea luchando con adicciones, enfrentando problemas legales o problemas de salud. A menudo, estas situaciones podrían haberse evitado si la persona hubiera escuchado las advertencias y guía de aquellos que la aman, así como la voz de Dios.

Es difícil aceptar que nuestras decisiones pueden llevarnos incluso a la cárcel o el hospital. Pero es importante recordar que la voz de Dios siempre está ahí para guiarnos y protegernos si estamos dispuestos a escucharla. A través de Su palabra y las personas que Él pone en nuestro camino, Dios nos ofrece sabiduría y dirección para evitar el sufrimiento innecesario. Por lo tanto, en momentos de crisis y dificultad, es crucial buscar la voz de Dios y aprender de las lecciones que nos enseña. Al hacerlo, podemos evitar muchos problemas y vivir una vida más plena y satisfactoria. Cuando veamos a alguien sufriendo las consecuencias de sus decisiones, recordemos la importancia de escuchar la voz de Dios y tomar medidas para mejorar en todas las áreas de nuestras vidas. Solo así podremos evitar el dolor y el sufrimiento innecesarios y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.

Es importante reflexionar sobre cómo cuidamos nuestros cuerpos y nuestra salud, ya que son un regalo de Dios. Nuestros órganos están diseñados para una larga vida, pero a menudo los descuidamos con hábitos poco saludables. El corazón puede vivir hasta 300 años si lo cuidamos adecuadamente, pero lo llenamos de obstrucciones al no llevar un estilo de vida saludable. Del mismo modo, el hígado puede vivir hasta 200 años si lo mantenemos libre de toxinas y excesos, pero a menudo lo saturamos con alimentos poco saludables y sustancias dañinas. Por lo tanto, es esencial aprender a escuchar la voz de Dios, quien nos guía hacia una vida plena y saludable. A través de las Escrituras, Dios nos muestra el camino hacia una vida equilibrada y nos advierte sobre las consecuencias de nuestros malos hábitos. Es nuestro deber cuidar nuestros cuerpos como templos del Espíritu Santo y tomar decisiones sabias que promuevan nuestra salud y bienestar.

Jesús mismo nos asegura en Juan 10:27 que sus ovejas oyen Su voz y lo siguen, lo que nos recuerda la importancia de estar en sintonía con la guía divina en nuestras vidas. Aprender a escuchar la voz de Dios nos permite tomar decisiones sabias que nos conducen hacia una vida de plenitud y salud. Que podamos ser sabios y prudentes al cuidar nuestros cuerpos y al seguir las enseñanzas divinas para vivir una vida conforme a Su voluntad.

Miércoles 1 de mayo de 2024 | Predicación # 922

Anterior Siguiente