¡Es hora de que pasemos al otro lado!

PUNTO 1: PASEMOS AL OTRO LADO

Marcos 9:35 (RVR-60)

35 Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

Todos tenemos un momento que necesitamos pasar a un nuevo nivel. Es importante entender que es pasemos, no pasar solos al otro lado.

Cuando pasamos a un nuevo nivel no llegamos solos, llegamos acompañados de quienes le creen al Señor también. El que quiere llegar lejos debe saber que necesita de un equipo.

PUNTO 2: POR ENCIMA DEL PRÓNOSTICO

Marcos 4: 37 (RVR-60)

37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.

Siempre que Dios nos quiere llevar a un nuevo nivel, los detalles del camino no siempre los conocemos.

Es de admirar aquellas personas que viendo la tempestad no retroceden sino que la enfrentan. No todas las tormentas están en el pronóstico del tiempo, pero debemos creer siempre en el pronóstico divino.

PUNTO 3: LLEGARON AL OTRO LADO

Marcos 5:1 (NTV)

1 Entonces llegaron al otro lado del lago, a la región de los gerasenos.

Casi siempre que pasamos al otro lado nos a toca enfrentarnos con una tempestad, estas no son noticias agradable pero son ciertas.

Cuando pasemos al otro lado no regresemos; no es tiempo de quedarnos es tiempo de pasar al otro lado.

PUNTO 4: ÁREAS QUE DEBEN PASAR AL OTRO LADO

2 Corintios 10: 3-5 (RVR-60)

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,

En nuestra personalidad: para que Dios nos pase al otro lado, hay que morir al yo de nuestra carne.

En nuestra casa: los matrimonios, los hijos,

En la salud: mejorar en nuestra alimentación, cuidar nuestra condiciones físicas.

En nuestra honra al Señor: no vivamos de apariencia para que no seamos hallados engañanando al Señor

En la visión: en los grupos, el liderazgo y en nuestros discipulados.

En nuestra relación con el Señor: nosotros que hemos decidido ser hijos de Dios pasemos al otro lado en nuestra relación con él.