Hechos 8:36-37 (RVR-60)
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Muchas veces somos nosotros mismos lo que nos levantamos barreras personales, y son las barreras que nos hacemos las que nos separa de la gente.
Tres Barreras que nos impiden ganar almas:
PUNTO 1 : MIS ARGUMENTOS
Hechos 8:36 (RVR-60)
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Nuestros argumentos para ganar almas, ante Dios se vuelve nulos porque, Dios nos quiere llevar delante de personas importantes y será él quien dará las palabras indicadas.
El mundo esta clamando por una palabra que cambie sus vidas, y somos nosotros los que tenemos que compartir la palabra y dejar nuestros impedimentos y argumentos a un lado.
PUNTO 2: LAS CONTIENDAS
Génesis 13:7-10 (RVR-60)
7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.
8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.
La única forma de sostenes una vida sin contiendas, es tomando la decisión de echar fuera de nuestras vidas la discordia.
En ocasiones nos preguntamos por qué nos cuesta ganar almas para Jesús y la única respuesta es que no estamos haciendo como nos enseña la palabra y es que busquemos la paz y la sigamos; la contienda mata la bendición y mata la unción, por esto debemos vivir en paz con todos.
PUNTO 3: LAS HERIDAS SIN SANAR
Génesis 33:4 (RVR-60)
4 Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Jesús no nos obliga a perdonar, pero si nos condiciona a llegar al perdón porque al final si no perdonamos eso retiene las bendiciones.
Ha llegado la hora de que enfrentemos nuestra heridas y pedirle a Dios que nos ayude a sanar, porque el perdón lo resuelve todo.
¡Perdonar es una decisión!
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.