Génesis 24:1-4 (RVR-60)
1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
Nunca la vida nos va a pedir menos, siempre nos va a pedir más. Hoy debemos dejar de exigirle a los demas, y empezar a exigirnos cada vez más a nosotros mismos.
PUNTO 1: DAN TODO HASTA EL FINAL
Génesis 24:1-4 (RVR-60)
1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
La edad nunca a sido un impedimento para que Dios pueda hacer cosas grandes. Cada vez que el Señor nos pida más, nunca pensemos en ofrecerle menos sino que pogamos nuestra fe en acción; y podremos ver respuestas a nuestra oraciones aún antes de terminar de decirlas.
¡Llego nuestra hora de dar más!
PUNTO 2: SE ENTREGAN POR COMPLETO
Daniel 3:28 (RVR-60)
28 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.
Muchos no se entregan al Señor por completo, pero nosotros debemos ser de aquellos que sin pensarlo vivamos en una entrega total a Dios. Nuestro Padre Celestial, no acepta un part-time o medio tiempo, él nos contrata y nos hace un llamado a tiempo completo.
Cuando somos exigidos para dar más, el Señor no deja que el fuego nos queme, porque llevamos el fuego dentro de nosotros.
PUNTO 3: VUELVAN A ECHAR LAS REDES
Lucas 5:3-5 (NTV)
3 Al subir a una de las barcas, Jesús le pidió a Simón,[b] el dueño de la barca, que la empujara al agua. Luego se sentó en la barca y desde allí enseñaba a las multitudes.
4 Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar.
5 —Maestro—respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente.
El Señor pondra a personas a nuestro lado que nos lleve a dar más de nuestro potencial. Dios nunca va a dudar de nuestra labor, pero debemos saber que si Dios nos pide más es porque aun podemos dar más. La pesca milagrosa necesita de que obediencia, y vamos a poder ver la respuesta que Dios tiene para nosotros.
¡No hay pesca milagrosa sino se nos exije más!
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.