2 Reyes 4:3 (RVR)
El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.
Un acreedor es aquella persona física o jurídica, que legítimamente está autorizada para exigir el pago o cumplimiento de una obligación contraída con anterioridad. Es decir, que a pesar de que una de las partes se quede sin medios para cumplir con su obligación, esta persiste.
EN MANOS DE ACREEDORES
2 Reyes 4:1 (RVR)
Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.
Es triste estar en las manos de acreedores. Un gran porcentaje de nuestra población, está en manos de acreedores. Toda deuda, préstamo o pagaré con alguien, es lo que te lleva a estar en manos de acreedores. En este verso principal, hay una buena lección: La importancia de desarrollar la disciplina de vivir al contado. La mala administración económica, tendrá repercusiones en tu liderazgo. Quizás las deudas que arrastras el día de hoy, son consecuencias de una vida de decisiones mal pensadas. La disciplina, es muy necesaria en esta área para obtener una economía saludable.
APRENDIENDO A HABLAR
2 Reyes 4:2 (NTV)
—¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en tu casa? —No tengo nada, sólo un frasco de aceite de oliva —contestó ella.
La Biblia nos deja saber, que la esposa de este profeta ya lo estaba perdiendo todo. Entonces Elíseo quiere ayudar, sólo necesita tratar con el lenguaje de esta mujer. Por eso concluyo: ¡Mi lenguaje, sintoniza a la fe!
Hay mucha gente que cambio su lenguaje por la pandemia, así esta mujer hablaba. Su situación económica, la llevo al borde de la desesperación.
2 Corintios 4:8-9 (RVR)
que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos
Cuando mis palabras se alinean con mi fe, veré el milagro suceder. Al parecer cuando habló, se acordó del aceite. Increíble pero cierto, las mujeres olvidan menos que los hombres. Las mujeres que guardan, siempre tienen. No hay carteras de mujeres sin dinero, siempre hay un billete escondido por allí. Al parecer, si había algo en la casa.
2 Reyes 4:2 (NTV)
—¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en tu casa? —No tengo nada, sólo un frasco de aceite de oliva —contestó ella.
2 Reyes 4:5 (RVR)
Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite.
Hay milagros que ocurren por nuestra obediencia, por lo tanto no es por capacidad ni recursos.
Isaías 3:10 (RVR)
Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.
Ella creyó la palabra y obedeció. Dios bendice a la gente que le cree, la condición de ella la llevo a buscar al profeta. Todas las circunstancias del hombre, le deben llevar a encontrar en Jesús su respuesta. A puerta cerrada, se pone en práctica la palabra. La palabra siempre opera en la intimidad. Todos los llamados por Dios en la Biblia, experimentaron lo intimo de Dios. El Dios que llena vacios, le gusta hallarnos en lo secreto de nuestra recámara.
Salmos 51:6 (RVR)
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Mateo 6:6 (RVR)
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
EL DIOS QUE LLENA VACIOS
2 Reyes 4:6 (RVR)
Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite.
Hay muchas lecciones para este milagro, para mí hay una muy clara: aquello que este vacio, Dios lo puede llenar. La clave es no te sueltes de la mano de Dios
Isaías 55:11 (RVR)
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Mateo 24:35 (RVR)
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
¿Hay algo vacio en tu vida?
La tierra estaba desordenada y vacía, pero Dios automáticamente por la palabra empezó a poblar la tierra. Aquellos que somos hijos de Dios, debemos especializarnos en llenar vacios, con la ayuda de Dios.
Éxodo 3:21 (RVR)
Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías.
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