Salmos 51:1-2 (RVR-60)
1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.
Lo hermoso de la misericordia, es que, aun cuando hacemos algo mal, Dios nos va a tratar con misericordia.
Aquellos que confiamos en el Señor, podemos creer que Dios nos puede ayudar y no confiarle nuestra mente al pensamiento de condena y esa voz acusadora.

PUNTO 1: ES POR SU AMOR INAGOTABLE
Salmos 51:1-2 (NTV)
1 Ten misericordia de mí, oh Dios,debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión,borra la mancha de mis pecados.
Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.
Es increíble cuanto nos ama Dios, que por encima de nuestra faltas, él nos responde. Nosotros no somos perfectos, pero que importante es que aprendamos a reconocer que necesitamos de la misericordia de Dios.
¿Crees que Dios puede alcanzarte con misericordia y a todo lo que te rodea?
PUNTO 2: AUNQUE TODO ESTÉ ARRUINADO
Jonás 2:1-2 (NTV)
1 Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,
2 y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste.
Jonás sabía que Dios tenia misericordia, y que nos oye aun en el problema que estemos. Nunca somos descalificados cuando cometemos algún error delante de Dios.
No perdamos nuestro destino en Dios, pues su misericordia nos tiene cubierto. ¡Dios nos restaura aun sin ser perfectos!
PUNTO 3: USA LA MISERICORDIA
Lucas 10:25-27 (RVR-60)
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
27 Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
3¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Si por misericordia no somos movidos a hacer algo por alguien, no podemos quejarnos por la cosecha que podamos recibir.
Nos ha llegado la hora de amar a la gente y sar de la misericordia de Dios, aunque fallen y sean imperfectos.
¡Empezemos a usar la misericordia!
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.