Génesis 28:1-4 (RVR-60)
1Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán. Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos;
y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.
Nuestro futuro debe afectar nuestro presente, y no nuestro presente afectar nuestro futuro.
Nuestro futuro en el Señor tiene que alterar el presente que estamos viviendo.

Los que conquistan su futuro:
PUNTO 1: OBEDECEN
Génesis 28:1-4 (RVR-60)
1Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán. Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.
Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos;
y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.
A lo largo de la escrituro los padres siempre han sido importantes, y es necesario tener una persona que ocupe este lugar y puedan darnos un consejo sabio cuando lo necesitamos.
Los que conquistamos nuestro futuro, aprendemos a oír y recibir las palabras que bendicen, porque crecemos en sabiduría.
PUNTO 2: TRABAJAN
Génesis 31:41 (RVR-60)
41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.
Hay muchos soñadores, que nunca trabajan por aquello que han soñado y no alcanzan nada porque piensan que tener sueños no implica trabajar.
Debemos conquistar nuestra profesión para que sepamos a que dedicarnos mañana y tengamos que ofrecer.
¡No hay futuro, sin esfuerzo!
PUNTO 3: LE CREEN A DIOS
Génesis 32:9-11 (NVI)
Entonces Jacob se puso a orar: «Señor, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que regresara a mi tierra y a mis familiares, y que me harías prosperar:
10 realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos.
11 ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños!
Aquellos que creemos en Dios, jamás seremos avergonzados porque nuestro futuro esta en las manos de Dios, y allí todo es más seguro.
¡Nuestro futuro lo conquistamos, obedeciendo, trabajando y creyéndole a Dios!
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.