La libertad que Dios nos a dado, nos permite elegir nuestros caminos. No podemos preocuparnos mucho por lo que la gente piense de nosotros, es más importante que cuidemos la obra que Dios hizo en nuestra vida.
PUNTO 1: ESPÍRITU DE EXCELENCIA
Daniel 6:3 (RVR-60)
3 Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.
Daniel tenía un espíritu superior, más excelente que todos los demás que trabajaban con el rey.Y esto fue reconocido por tres reyes diferentes:
➡ El rey Nabucodonosor
➡ El rey Belsasar
➡ El rey Darío
¡Un Espíritu superior nos ayuda a ser excelentes!
PUNTO 2: DIOS BENDICE LA EXCELENCIA
Daniel 1:8 (RVR-60)
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
Dios no bendice la mediocridad, él es excelente. Cuando uno tiene un espíritu correcto, uno hace lo correcto aun cuando nadie lo ve.
Dios quiere que seamos mejor, no somos como los demás debemos tener un espíritu de excelencia. Para eso nos a puesto Dios en donde estamos.
¡Las personas de excelencia van más allá del deber!
PUNTO 3: REBECA ERA EXCELENTE
Génesis 24:17-19 (RVR-60)
17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.
19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
Rebeca tuvo que sacar mucha agua y así fue elegida para casarse con el varón más rico de aquel lugar. Esa fue la última vez que sacó agua, pues nunca más lo hizo.
Cuando somos excelentes veremos ese ascenso que Dios tiene para nosotros.
PUNTO 4: LA EXCELENCIA SE VE
Daniel 1:14-15 (RVR-60)
14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.
15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.
El favor de Dios y la excelencia van de la mano. Es bueno buscar siempre a alguien de quien se pueda aprender, miremos lo que hacemos y auto critiquemonos.
Somos los embajadores de Dios y él se merece un respeto, debemos de salir siempre con una buena presentación ya que lo representamos en todo lugar y momento.
¡Es hora de caminar hacia la excelencia!