Salmos 119: 113-116 (RVR-60)
113 Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.
115 Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
Cuando leemos la palabra tenemos crecimiento, somos fortalecidos porque la palabra tiene vida

PUNTO 1: EN TODA TEMPORADA
Salmos 119: 113-116 (RVR-60)
113 Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.
115 Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no quede yo avergonzado de mi esperanza.
La palabra siempre sera útil en nuestra vida sin importar que temporada estemos atravesando.
⇒ Para el Joven: Salmos 119:9 (RVR-60)
⇒ Para el que está triste: Salmos 119:25 (RVR-60)
⇒ Para el que está esperando respuesta de Dios: Salmos 119:81 (RVR-60)
⇒ Para el que venció una tentación: Salmos 119:101 (RVR-60)
⇒ Para el que tiene que tomar una decisión: Salmos 119:105 (RVR-60)
¡La palabra es nuestro botiquín espiritual!
PUNTO 2: EN LA PRUEBA
Lucas 4:1-4 (RVR-60)
1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
PUNTO 3: Y LLEGARÁS A JESÚS
Lucas 8:43-48 (RVR-60)
43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
Cuando nos agarramos de la palabra, llegamos a Jesús, y todos los que nos acercamos a Jesús alcanzamos nuestras promesas.
¡Dios no nos va a soltar!
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.
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