Hechos 10:1-4 (RVR-60)
1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,
2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.
4 Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
En el mundo hoy día, existe un sistema de identificación facial de la Interpol. En el cielo no se necesitan sistemas de reconocimiento faciales, porque el padre que nos creo, nos reconoce.
PUNTO 1: EL RECONOCIMIENTO DE CORNELIO
Hechos 10:4 (RVR-60)
4 Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Dios nunca olvida nuestras ofrendas, diezmos ni primicias. Dios nos puede sorprender, porque así es que él reconoce a sus siervos, solo debemos de creer que este año en el que hemos sido llamados a la conquista, Dios sabe reconocer nuestro trabajo.
PUNTO 2: LA MEJOR RECOMPENSA
Mateo 6:5-6 (RVR-60)
5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Dios reconoce a los que le buscan en lo privado, porque nuestro padre nos mira en secreto y nos reconoce en privado y en público.
Necesitamos la recompensa de que nuestro nombre este en el Libro de la Vida, no debemos esperar recompensas humanas, porque nos vamos a frustrar pero si esperamos en Dios veremos la gloria de él.
PUNTO 3: EL PADRE, TE RECONOCE
Mateo 3:16-17 (RVR-60)
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Jesús, era un instrumento conocido por su padre, que cumple todos los días la repetición de perdonar nuestros pecados.
El reconocimiento viene de lo alto, Dios es quien nos reconoce. Todo lo que hacemos, hagamoslo como hijos y nuestro padre nos reconocerá como sus hijos.
Cuando le somos fiel a Dios, aun después de la muerte, otros verán a Jesús a través de nosotros.
Y estas son Palabras de Vida Eterna West, para usted. Pastor Alejandro Aguirre.